miércoles, 15 de septiembre de 2010

BROOKLYN FOLLIES de Paul Auster

Nathan y si sobrino Tom, acompañados por Harry, el truhán que regenta la librería de lance desde donde trabaja este último, se reunen alrededor de una mesa para, entre deliciosos platos y tragos de un vino excelente, aventurarse a entrar en las habitaciones de sus respectivos hoteles Existencia; ese lugar donde protegerse cuando la vida se nos pone en contra, el refugio último de los desencantados o de los que no pierden nunca la esperanza.
Nathan Glass retorna a Brooklyn como quien decide volver al útero materno tras descubrir que lo que la vida tenía por ofrecerle no ha estado a la altura de las expectativas.
Sesentón, agente de seguros jubilado, apenas recuperado de un cáncer de pulmón y recién divorciado, encamina los pasos hacia el que fué el barrio de su infancia, sin saber que entres sus calles va a renunciar a cierta dosis de cinismo y a recuperar parte de aquel asombro que le permitía mirar el mundo como un espectáculo dispuesto sólo para él.

Paul Auster es un autor que goza de la admiración de miles de seguidores en todo el mundo. Sus novelas son éxitos de venta y sus críticas, generalmente, alaban todo lo que escribe.
Yo reconozco que sólamente he leído esta novela y espero impaciente el volver a leer otra suya, cuando el tiempo y la ocasión me lo permita. Quizá así pueda llegar a convencerme y ser uno más de sus admiradores, porque, sinceramente y tras la lectura de Brooklyn Follies, no lo soy.
El libro es ameno, de lectura rápida, a mi no me enganchó pero es tan light para leer que no presenta ningún problema. Además es corto, 310 páginas.
He podido leer varias críticas de lectores en referencia a esta novela. Practicamente todas la exaltaban seguramente con toda la razón del mundo. Hubo una crítica con la que coincido bastante. Tachaba al libro de simplón. Aunque, a decir verdad, tampoco hay que ensañarse con la novela porque es buena.
Tal vez esperaba tanto de ella que quedé un poco decepcionado.
Aún así os la recomiendo, así podreis valorar por vosotros mismos.

Año: 2005
Páginas: 310
Editorial: Anagrama

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