jueves, 9 de septiembre de 2010

LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA/ LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE de Stieg Larsson

Bueno, pues tal y como presentía, os juro que no conocía el argumento de estos libros antes de leerlos, tras la primera novela, que inicia esta trilogía, el personaje de Lisberth Salander se convierte en el verdadero protagonista de todo Millenium. Desconozco si esa era la verdadera intención del autor Stierg Larsson cuando inició la obra o si, por el contrario, se encontró con que su creación superó tanto la propia trama inicial que no tuvo más remedio que dedicarle dos volúmenes más.                                                                                                   El caso es que nos encontramos con dos libros que narran la vida de esta chica, cuya expectación levanta en el lector en el primer volumen, como no podía ser de otra manera, es realmente asombrosa y llamativa. Con la fascinación que rodea a Liberth, Stieg Larsson consigue enganchar al lector, el cual no tiene más remedio que leer ambos títulos para así conocer el pasado y el futuro, tanto de su vida como de su posible relación con Mikael Blomviskt, el periodista más listo y sagaz de toda Suecia, a la par que un Casanova sin parangón.                                      Sí, se me nota que me han sobrado muchas hojas de ambos libros. Creo que Lisberth Salander despierta en el primer título "Los hombres que no amaban a las mujeres" un interés, al menos lo consiguió en mi, que requiere de una nueva historia. Pero es que se hace tan "descarado" el exprimir el personaje que acabas por entender, o esa es mi humilde opinión, que han exprimido sin ninguna contemplación la gallina de los huevos de oro.                                        Con esto no quiero decir que estos dos libros sean malos, no. E incluso me atrevo a decir, sin ninguna duda, que la vida de Lisbeth Salander y todo su periplo narrado, es de lo más atractivo, aunque me esperaba otro final (no haré valoraciones para no desvelar nada). Sobra, no obstante, alguna historia paralela que se entrelaza con la principal de una forma tan simple como insultante, toda vez que no creo que hiciera falta que Larsson tuviera que explicarnos la vida y milagros de personajes que tienen una participación ínfima en la propia obra. ¿Por qué? Pues porque acabas con la sensación de que el único propósito ha sido el llegar a dos volúmenes más de seiscientas y pico páginas cada uno.
Y eso que, al final, te quedas con la sensación de que necesitas más de Lisberth Salander, no sé por qué, pero hay veces que surgen este tipo de personajes en la ficción y, por cualquier razón, se convierten en míticos. Lástima que no haya más, porque Stieg Larsson, tristemente, falleció sin ver publicadas sus obras. Una pena. Me hubiese interesado mucho ver como continuaba su carrera novelística después de Millenium.
Como hice referencia en mi anterior reseña, la del primer libro, a las películas, os diré respecto a las adapataciones de estas dos que...me dormí canallescamente y sin ningún tipo de remordimiento. Malas con ganas. Como último apunte cinematográfico os diré que lo único que se salva es el personaje que interpreta Noomi Rapace, lo borda, que interpreta, cómo no, a Lisberth Salander.
Leedlas, yo tardé sólo cuatro o cinco días por tocho, vale la pena haceros vosotros mismos una opinión personal.

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